Pasos firmes Para superar la crisis de derechos humanos en México

Hace dos años iniciamos una transformación del régimen político en nuestro país y, con ello, la tarea de enfrentar la herencia más dolorosa que representa la tragedia humanitaria que vive la sociedad mexicana y que mantienen heridas abiertas, en un país convertido en una gran fosa clandestina , signado por la violencia y por crímenes
de odio contra mujeres, niñas y niños.

Un país inmerso en una crisis de derechos humanos: millas de desaparecidos, “verdades históricas” que amparan la impunidad y una conflictividad social mezclada con la violencia del crimen organizado, la agudización de la pobreza, la indolencia y la corrupción gubernamental.

En estos dos años, hemos asumido la existencia de esta crisis en sus múltiples dimensiones, y el deber del Estado para garantizar la seguridad e integridad de las personas para encontrar la paz y la
reconciliación.

El reconocimiento de esta crisis ha dado paso al diálogo con las víctimas, con sus necesidades y sus demandas, para reconstruir el entramado institucional capaz de dar respuesta a sus legítimas exigencias.

Durante décadas, distintos gobiernos pretendieron negar esta realidad, y aún hoy, es necesario romper las resistencias institucionales y de grupos de poder, para lograr el acceso a la verdad, la justicia y la restitución de derechos de todas las personas que buscan justicia.

Las violaciones a los derechos humanos han afectado de manera diferencia a nuestra sociedad, por su pertenencia social, económica, étnica, color de piel, por sexo, género y edad. Atenderlas ha requerido no sólo de esfuerzos particulares, sino de una política de pasos firmes para romper las inercias y la fragmentación de las políticas y
acciones del Estado en esta materia, y para garantizar un enfoque integral, transversal, diferenciado y de género para la garantía y protección de los derechos humanos.

A la violencia e inseguridad en nuestro país se suman deudas sociales pendientes, como la “Guerra Sucia”. Esto ha implicado caminar con firmeza hacia la reconstrucción del tejido social mediante procesos de verdad, memoria, justicia, reparación y garantía de no repetición, en dos vertientes: por un lado, responder a las deudas históricas en
relación con los crímenes de Estado cometidos en el pasado, y por otro, hacer frente al contexto actual que parte de la llamada “Guerra contra el narcotráfico” emprendida en 2006, que agudizó la violencia
del crimen organizado.

A dos años de haber emprendido el camino, se avanza con firmeza, sin ambigüedades ni simulación, hacia la resolución de la crisis de derechos humanos en nuestro país

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Resumen ejecutivo 2o año

 

By |2020-12-21T16:46:22+00:00December 21st, 2020|home, Subsecretario|