Disculpa pública a la periodista
Lydia María Cacho Ribeiro
Ciudad de México, 10 de enero de 2019
Señora Secretaria de Gobernación.
Señora Lydia María Cacho Ribeiro.
Señor Canciller.
Señor Embajador de México ante la ONU.
Señor Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Señor Representante de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.,
Representantes de la Sociedad Civil y de la comunidad internacional.
Estimados representantes de los medios de comunicación, periodistas y defensores de derechos humanos
Amigas y amigos todos:
El día de hoy nos encontramos en este acto republicano de la mayor importancia para dar cumplimiento a la resolución del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas del día 31 de julio de 2018, respecto de las violación a los derechos humanos de la Ciudadana Lydia María Cacho Ribeiro, derivados de los hechos ocurridos en diciembre de 2005 y a raíz de su labor como periodista y defensora de los derechos humanos por parte de distintas autoridades del Estado mexicano.
El Comité de Derechos Humanos de la Naciones Unidas, señaló que se violaron los artículos 3, 7, 9 y 19 del Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, violentando entre otros derechos humanos el de libertad de expresión, el respeto a la integridad personal, el derecho a no ser sometida a tortura, así como el de salud, acceso a la justicia y el derecho a una vida libre de violencia.
El Comité calificó que los tratos a los que fue sujeta por diversas autoridades del Estado mexicano, en el marco de su detención fueron arbitrarios y tuvieron un objeto discriminatorio por razón de género; señalando que el Estado no cumplió con sus obligaciones de proveer de un recurso efectivo para investigar y sancionar a los culpables de tales arbitrariedades.
Dicha responsabilidad, entraña la falta de debida diligencia en el actuar de las autoridades de investigación del ministerio público, al no realizar los actos necesarios y en el tiempo razonable para garantizar que todas las personas implicadas en dichas violaciones a derechos humanos, tanto particulares como autoridades administrativas y judiciales de los distintos órdenes de gobierno, fueran procesadas y sancionadas de forma adecuada y proporcional.
Por lo que determinó, que el Estado mexicano debe proporcionar a la periodista un recurso efectivo y una compensación adecuada, así como realizar una investigación, imparcial, pronta y exhaustiva sobre los hechos denunciados.
Para el actual gobierno de México, la construcción de un sistema democrático no puede lograrse sin una procuración de justicia oportuna y ética, que sancione la comisión de violaciones a los derechos, promueva y garantice su respeto y acabe con la impunidad.
El respeto y garantía de los derechos humanos son la primicia fundamental de cualquier sociedad y Estado democrático. Cuando las instituciones fallan en su papel para garantizar el ejercicio de los derechos, están obligadas a reconocer su responsabilidad y reparar el daño causado, a fin de garantizar la dignidad de las personas.
Por lo que hemos de asumir, como lo ha señalado el Comité de Derechos Humanos de la ONU, que el Estado mexicano falló en su responsabilidad de proteger los derechos de libertad de expresión, integridad personal, el derecho a no ser sometida a tortura, a la no discriminación en razón de género, libertad y seguridad personal, a la salud y acceso a la justicia, en razón de la detención arbitraria, actos de tortura psicológica y física, amenazas de muerte y violencia verbal y física, así como de los actos de discriminación por razón de género a que fue expuesta, durante y después de la detención originada en la denuncia por difamación como represalia ante la publicación del libro “Los Demonios del Edén”, de la periodista Lydia María Cacho Ribeiro.
Ciudadana Lydia María Cacho Ribeiro;
A nombre del Estado mexicano le ofrezco una disculpa pública por la violación a sus derechos humanos en el marco del ejercicio del derecho su derecho a la libertad de expresión.
Le ofrezco una disculpa por la detención arbitraria a la que fue sometida por diversas autoridades del Estado mexicano, derivada de la acusación de los delitos de difamación y calumnia, por parte de la autoridad.
Por la utilización de la tortura como instrumento de investigación, intimidación y castigo de que fue objeto por parte de diversas agentes del Estado mexicano durante su detención, así como, por la violencia y discriminación que sufrió en razón de su género durante este proceso, y la impunidad y corrupción alentada por instituciones de los diferentes órdenes de gobierno que le impidieron acceder de manera pronta, imparcial y efectiva a su derecho a la verdad y a la justicia.
Comparto con usted la indignación, respecto al daño generado de quienes debieron protegerla y no lo hicieron, por lo que investigaremos a las autoridades y agentes del Estado, que por acción, colusión u omisión, permitieron que sucedieran este tipo de actos y que no fueran castigados.
El Estado mexicano hace el compromiso de garantizarle la reparación integral de daño en que incurrieron las autoridades mexicanas desde el 16 de diciembre de 2005, y a su vez, reiteramos el compromiso de implementar las medidas de no repetición, para que los hechos que violentaron sus derechos humanos, no vuelvan a sucederle a usted, ni a ninguna otro u otra periodista ni persona defensora de derechos humanos en el país.
Para ello, cada una de las autoridades en el ámbito de sus competencias, acataremos los resolutivos emitidos por el Comité de Derechos Humanos de la ONU, para:
Realizar una investigación imparcial, pronta y exhaustiva sobre los hechos denunciados.
Procesar, juzgar y castigar con penas adecuadas a las personas halladas responsable de las violaciones cometidas.
Adoptar las medidas necesarias para evitar que se cometan violaciones semejantes en el futuro, garantizando que todos los periodistas y defensores de derechos humanos puedan ejercer su derecho a la libertad de expresión en sus actividades
A velar por la protección de la libertad de expresión, del ejercicio periodístico y del derecho a la información, en aras de fomentar la participación ciudadana y fortalecer nuestra democracia.
A tomar las medidas necesarias índole para garantizar a las mujeres el acceso a una vida libre de violencia, y de toda forma de discriminación por género y tortura sexual.
Espero que este acto nos permita avanzar a la construcción de una sociedad más democrática, en donde la libertad de expresión alcance su justa dimensión, ya que sin ella es imposible que se desarrollen los elementos para el fortalecimiento y respeto de los derechos humanos, condición indispensable para consolidar una sociedad libre, justa, tolerante e igualitaria,
Asumimos la responsabilidad del Estado sobre hechos ocurridos hace poco más de trece años. El país ha cambiado. El gobierno de México dejará atrás la simulación y enfrentará de manera firme la crisis humanitaria y de los derechos humanos que encara el país, para alcanzar la paz y la tranquilidad entre los mexicanos, garantizando a todas y cada una de las personas que viven o transitan por nuestro país, a los periodistas y defensores de derechos humanos de este país, el ejercicio libre de sus derechos