Día Internacional de las Personas con Discapacidad
El 3 de diciembre de 1992, la Asamblea General de Naciones Unidas declaró a esta fecha como Día Internacional de las Personas con Discapacidad para visibilizar los derechos de este sector de la población y, en consecuencia,
corresponsabilizar al Estado y la sociedad por la garantía plena de los mismos.
Importancia del lenguaje
El lenguaje crea realidades y facilita el consenso social para lograr acciones coordinadas y efectivas para la garantía de sus derechos. Por ello resulta fundamental nombrarlas como personas con discapacidad (no como discapacitados, inválidos, impedidos o con capacidades diferentes) porque ésta es la denominación que las visibiliza como titulares de derechos.
Personas con discapacidad en México
En México viven alrededor de 7 millones de personas con algún tipo de discapacidad motriz, visual, auditiva, mental o intelectual, lo que representa el 6% de la población total del país.
1 La Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2017 ha documentado
la discriminación estructural que ellas experimentan:1 de cada 4 personas en México considera que las personas con
discapacidad “son de poca ayuda en el trabajo”.
Casi la mitad de las personas con discapacidad (48%) considera que sus derechos no se respetan y casi la tercera parte (31%) afirmó que en los últimos cinco años se les negó algún derecho sin justificación.
21% de las personas con discapacidad entre 15 y 59 años no sabe leer ni escribir y esta proporción sube a 36% en el caso de las personas indígenas en áreas rurales (la tasa nacional es de 2.6%).
El 25% de las personas con discapacidad con empleo tiene contrato y sólo el 27% tiene prestaciones médicas (a nivel nacional las cifras son 40 y 43% respectivamente)
2 Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con discapacidad
La Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad representa un parteaguas. Fue impulsada por México en Naciones Unidas y ratificada por nuestro país en 2008 y expresa el modelo
social de la discapacidad y la filosofía de vida independiente que colocan el acento en el respeto irrestricto hacia las decisiones de las personas con esta característica.
La Convención define a la discapacidad como un concepto dinámico que resulta de la interacción entre las deficiencias o diversidades funcionales y un entorno que no está adaptado.
De este modo, la discriminación que ellas experimentan deja de ser considerada como responsabilidad personal y se convierte en un asunto de justicia social que obliga a toda la sociedad a cooperar para la creación de
espacios universalmente accesibles.
La Convención también considera que es fundamental el derecho a la accesibilidad, lo que implica que todas las personas puedan habitar y transitar los mismos espacios, así como recibir los mismos mensajes,
información y comunicación.
