Los retos de Nairobi
Alejandro Encinas Rodríguez
Hoy inicia la Cumbre de Nairobi, convocada por la Organización de las Naciones Unidas con motivo del 25 aniversario de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo celebrada en El Cairo en 1994. Reunión que marcó un hito en las políticas de población, al reconocer que los seres humanos son el elemento central del desarrollo sostenible, y que el desarrollo es un derecho universal e inalienable; donde la política de población debe promover el desarrollo social, económico y cultural de los pueblos; el empoderamiento de la mujer y la igualdad de género.
La celebración de esta Conferencia, representa una oportunidad para asumir nuevos compromisos y retos, para poner fin a las muertes maternas prevenibles; eliminar la necesidad insatisfecha de anticonceptivos modernos; acabar con la violencia de género; el matrimonio entre menores y la mutilación genital femenina, entre otros.
El gobierno de México, ha establecido una política de población, caracterizada por su sentido humanista. Una política de respeto a los derechos de las personas, fomentando el desarrollo para abatir las brechas de desigualdad, por lo que los temas que perfilarán los compromisos del Estado mexicano en esta Conferencia, estarán vinculados a la protección de los derechos sexuales y reproductivos de las personas y al fortalecimiento de la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo Infantil y Adolescente.
Ello implicará asumir compromisos para establecer políticas para disminuir la mortalidad materna, en particular erradicar las muertes por abortos inseguros, garantizando el acceso a la atención integral y a los servicios de anticoncepción de emergencia y de interrupción legal del embarazo, respetando la dignidad, autonomía, integridad, libertad de las mujeres.
Uno de los objetivos fundamentales, es erradicar los embarazos en niñas y reducir los embarazos adolescentes con pleno respeto a sus derechos sexuales y reproductivos, favoreciendo las decisiones libres, responsables e informadas de niñas, niños y adolescentes sobre el ejercicio de sexualidad.
En esa dirección, se asumirán compromisos que contribuyan a garantizar el acceso de las mujeres a una vida libre de violencia, implementando acciones
para la identificación temprana de la violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes, así como mecanismos de prevención y atención de la violencia de género, que influyan de manera efectiva en la contención y eliminación de la violencia feminicida.
Un tema central, en las acciones de carácter preventivo, es otorgar educación sexual integral desde la infancia en todos los niveles educativos de gestión pública, a fin de favorecer la adquisición gradual de información y de los conocimientos necesarios para el desarrollo de habilidades y actitudes apropiadas para vivir una vida plena y saludable, reduciendo los riesgos en materia de salud sexual y reproductiva.
El enfoque de derechos en el fortalecimiento y ampliación de los servicios de salud y educación sexual y reproductiva, debe formar parte de la transición hacia la universalización de los servicios de salud, asumiendo la responsabilidad del Estado mexicano para enfrentar la desigualdad de género como parte de la transformación estructural que vive México.
El Programa de la Cumbre de El Cairo, más allá de entender los problemas demográficos como un tema cuantitativo, puso en el centro de la agenda la calidad de la vida de la población y el respeto irrestricto de los derechos humanos. La reunión en Nairobi, debe consolidar esa agenda reconociendo derechos fundamentales: el libre desarrollo de la personalidad; el derecho a la autodeterminación de las personas; el derecho de las mujeres, las niñas y niños, a una vida libre de violencia, así como al ejercicio libre y responsable de su sexualidad.
Como lo mandata el Plan Nacional de Desarrollo, es propósito del gobierno de México, promover la integración de todas las personas a los procesos de desarrollo social y económico para alcanzar una paz verdadera y sustentable, bajo el principio de “No dejar a nadie atrás, no dejar nadie afuera”. (Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración)